ANTECEDENTES:
La falta de disponibilidad ósea, debido a la neumatización del seno, en el sector posterior del maxilar superior es un problema muy usual que dificulta la colocación de implantes, sin embargo la técnica de elevación del piso del seno maxilar por vía lateral a sido muy bien documentada y demostró altas tasas de éxito a largo plazo. Desgraciadamente es una cirugía que provoca una morbilidad post operatoria importante. La alternativa es la elevación del piso del seno maxilar por vía crestal, cirugía menos traumática para el paciente en cuanto al post operatorio se refiere. Desde que Summers la introduce en 1994, ésta técnica a sufrido muchas variantes e indudablemente los avances tecnológicos han jugado un rol muy importante, desde el diagnóstico con la tomografía computarizada, el desarrollo del piezo surgery y sus nuevas puntas hasta el perfeccionamiento de los modificadores biológicos y bio materiales.
Además, la necesidad de acortar los tiempos de tratamiento nos llevó a la colocación de los implantes inmediatamente a la extracción del diente, siempre y cuando se pueda lograr la fijación inicial del implante Cuando el remanente óseo varía entre los 3 y 6 mm. la colocación de un implante de 10 mm. solo es posible si se eleva lo suficiente la membrana sinusal, hacerlo por vía alveolar es un desafío puesto que se trabaja sin visión directa y a través de una apertura muy pequeña.
MÉTODO:
Se presenta un caso en el que se extrae el segundo premolar y primer molar superior derecho dejando un remanente óseo de 6 mm. en el premolar y 3 mm. en el molar. La tomografía mostró una anatomía del seno favorable para ésta técnica. Se realiza la osteotomía con piezo surgey en el fondo del alveolo del pr molar y en el septum del molar hasta exponer la membrana de Schneider. Con la misma presión del irrigante del ultrasonido se comienza a despegar la membrana sinusal, luego con el instrumento “cobra” se confirma la separación de la membrana alrededor de la apertura. A continuación se introducen pequeños coágulos de fibrina (PRF) empujandolos suavemente con osteótomos de summer generando una presión hidráulica que va elevando la membrana aproximadamente 5 mm. Permitiendo así un pequeño injerto de matriz ósea con factores de crecimiento y un implante de 10 mm. de longitud.
RESULTADO:
Los dos implantes se óseo integraron y fueron restaurados ocho meses después, debido a la pausa que generó el aislamiento por la pandemia de Covid. Llevan dos meses en función sin presentar inconvenientes.
CONCLUSIÓN:
Cuando tenemos un seno ancho y liso, una membrana sinusal gruesa y suficiente remanente óseo para lograr fijación inicial del implante es posible conjugar los implantes inmediatos a la extracción y la elevación del piso del seno por vía crestal, reduciendo de manera importante el tiempo de tratamiento y más importante, la morbilidad post operatoria.