”La Perseverancia, disciplina y dar siempre el máximo esfuerzo son las herramientas determinantes para lograr que, después de radicar en Monterrey, Nuevo León; el especialista en Odontología Pediátrica y Maestro en Ciencias graduado de la Universidad de Tufts, en Boston, Massachusetts, recibiera la invitación para unirse al cuerpo de docentes e investigadores de la Universidad de Louisville en EE. UU. Esta es la historia de inspiración y determinación del Dr. Héctor Martínez Menchaca.
Héctor Ramón Martínez Menchaca nació en Monterrey, Nuevo León, creció bajo el cobijo de su padre; un exitoso neurólogo e investigador del país, y de su madre licenciada en Psicología experta en Tanatología y “brain spotting”. Durante su infancia sus padres lo empujaron a desarrollarse en lo académico y en el deporte de manera simultánea. Su abuelo fue maestro y entrenador de su padre, lo que inculcó a este último para hacer lo propio con el Dr. Martínez Menchaca; siendo su entrenador de fútbol en sus tiempos libres, confiriéndole enseñanzas invaluables, que le brindaron muchas oportunidades.
De esas enseñanzas destaca un consejo que su padre le dio cuando era su entrenador, “Para triunfar se requiere orden, disciplina, compañerismo, máximo esfuerzo y espíritu de lucha”. Esta frase se quedó tan grabada para el Dr. Héctor que, desde la infancia al día de hoy, la utiliza casi a diario, especialmente al iniciar nuevos proyectos en lo laboral y personal. Tomando ese consejo como bandera, pudo conseguir un gran desenvolvimiento en el soccer, representando a México en dos mundiales de Fútbol y figurando como un jugador importante para los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Fue una tarea difícil acoplar el deporte con sus estudios, pero hubiera sido imposible de no seguir al pie de la letra esa frase emblemática compartida por su padre.
Al iniciar la carrera de Odontología, sus padres siempre al pendiente de él; aportaron muchas recomendaciones, uno de esos consejos fue acercarse a especialistas exitosos y tratar de aprender de ellos, esto se convirtió en su objetivo y así buscó al Dr. Manuel de la Rosa. Pero al no conocerlo personalmente aún, sería muy difícil acercarse a él, y pedirle entrar a su consultorio a observarlo trabajar con pacientes, además el Dr. Héctor consideró una complicación adicional; pertenecía a una generación muy competitiva, así que concluyó que era obligatorio sobresalir positivamente.
Identificó un medio para distinguirse. En aquel tiempo la mayoría de los conferencistas y/o docentes utilizaban carrusel y diapositivas de filmina para sus clases. Eran muy pocos los que habían incursionado en utilizar una computadora y menos común un ordenador portátil y proyectar las presentaciones digitalmente; así que, decidió distinguirse a través de la tecnología. Recordando que en sus estudios de secundaria participó en un programa académico llamado “El Proyecto Jason”, donde por medio de una videoconferencia recibieron las indicaciones de un investigador desde Australia, pensó en adaptar esa idea a la Odontología. Realizó tomas de video a su hermano y a un tipodonto, las editó y rápidamente fue con su profesor el Dr. De la Rosa a mostrarle el proyecto, con agrado por el trabajo realizado, le solicitó inmediatamente un video similar para su próximo curso. Muy emocionado por la aceptación, se atrevió a ofrecer algo mejor, “hacer un tratamiento en vivo y transmitirlo en un proyector digital a un auditorio”.
Sabiendo que esa osadía podría ser un debut y despedida, decidió ir a comprar materiales precisos, ponerse manos a la obra y así construir los cables necesarios, ya que en esa época el internet no tenía la capacidad de transmitir en vivo. Desarmó cámaras, agregó cables, y obtuvo como resultado el primer circuito cerrado con paciente en vivo, transmitiéndolo en un auditorio para todos los residentes, alumnos e invitados del posgrado de Periodoncia de la Universidad Autónoma Nuevo León. Sin duda un éxito total.
De esa experiencia, el hecho que recuerda con más orgullo es que el encargado de la cirugía de injerto de tejido conectivo, el Dr. Farhad Boltchi (Universidad de Baylor, EE. UU.), quedó muy impresionado con la tecnología con la que no contaban en su propia universidad. Dicho asombro fue tan grande que, al finalizar la conferencia el Dr. Boltchi invitó al Dr. Héctor a visitar la Universidad de Baylor.
Reconocimientos académicos
La pasión, entrega y dedicación del Dr. Martínez Menchaca se vieron reflejados en cada labor, generando reconocimientos académicos, de los cuales destacan que, en el 2008 recibió su diploma de Especialidad de Odontología Pediátrica y en el 2009 de Maestría en Ciencias Dentales de la Universidad de Tufts. Durante sus estudios de posgrado recibió dos gratificaciones académicas, Award of the American Orthodontic Society y Waldemar Brehm Scholarship Award.
Otras distinciones incluyen dos premios que se otorgan cada año al término de la especialidad de Odontología Pediátrica de la Universidad de Tufts. La primera es otorgada por medio de la Sociedad Americana de Ortodoncia (ASO por sus siglas en inglés). La segunda distinción (Waldemar Brehm Scholarship Award), es un premio económico y una beca a un curso de educación continua. Para la entrega de estos premios, los docentes del departamento de la especialidad realizan una votación y toman en cuenta la cantidad y calidad de casos clínicos, producción clínica, participación en congresos, investigaciones y publicaciones. El Dr. Héctor agradece a sus maestros, no solo por la selección para estos premios, sino también por la confianza y por inculcar en él la metodología que, es al día de hoy su filosofía en la práctica privada: investigación, docencia y administración simultáneamente.
Cabe mencionar otro éxito que lo llena de satisfacción, el haber sido director de la carrera de Odontología de la Universidad de Monterrey a los 29 años. Lo atribuye a la suerte, considerando “suerte”, la combinación de una preparación requerida más el estar en el momento y lugar adecuado. A esa edad tenía la energía, la motivación y la capacidad necesaria para hacer uno de los mejores programas académicos en Odontología de México. Así con gran satisfacción admite que, los alumnos graduados durante su periodo egresaron con al menos una publicación científica, destacando que algunos alumnos concluyeron sus estudios con más de cinco publicaciones y con capítulos de libro siendo autores únicos; además de obtener presentaciones y premios internacionales. Y no solamente científicamente tuvieron éxito, clínicamente los alumnos de pregrado realizaron tratamientos de implantes por sí mismos; tratamientos bajo anestesia general, trabajaron en laboratorios de ingeniería tisular y molecular, dominaban e incluso ellos mismos daban cursos de microscopio apotome (3D), entre otras cosas. Todo esto los promovió a participar en eventos internacionales como el de la revista Science uno de los máximos organismos de ciencias a nivel mundial (American Association for the Advancement of Science)”.
Como experto en el tema de Anestesias locales
Su visión en este tema es una comparación con la tecnología celular, va cambiando, se va perfeccionando constantemente.
El Dr. Héctor cree que uno de los problemas hoy en día es que, el odontólogo se preocupa por todo, menos por mejorar sus conocimientos y técnicas de manejo del dolor; aun cuando la anestesia local es de las actividades más comunes en todas las áreas de Odontología. Los componentes de los anestésicos locales son los mismos, pero las indicaciones y contraindicaciones cambian constantemente. La anestesia local hoy en día es muy diferente a la de hace 5 años, desde el correcto manejo de las agujas, hasta el cómo las técnicas suplementarias están tomando mayor fortaleza contra técnicas principales maxilares y mandibulares. Y así mismo cómo la dosificación personalizada resulta ser más importante que la técnica a utilizar.
”Un maestro que no innova o emprende,
no puede enseñar exigiendo esas características
Un consejo a las nuevas generaciones
El consejo que ofrece a las nuevas generaciones es cultivar la paciencia. Ahora dirigiéndose a las generaciones previas, sugiere ver en las nuevas generaciones su capacidad de adaptación al cambio, observar el pragmatismo con el cual manejan sus actividades. Si los tiempos han cambiado, los modelos pedagógicos tienen que cambiar. “Si buscamos que las nuevas generaciones sean innovadoras, trabajadoras y emprendedoras, no se puede seguir enseñando con métodos tradicionales y arcaicos”. En un sentido nacionalista, comenta que, si se busca que la Odontología en México sea como en otros países, se debe renunciar a varios aspectos de nuestra cultura que nos impide evolucionar.
“Queremos que nuestros alumnos tomen decisiones basados en evidencia científica, cuando los mismos programas académicos y cuerpos docentes inundan las redes sociales de comentarios o segmentos de opiniones para la atracción de mercado y empuje de tendencias, motivo por el cual genera confusión de los conceptos a las nuevas generaciones”,
Dr. Héctor Martínez Menchaca.