Hacia el año 1950, el 29 de noviembre en Tepic, Nayarit, en el seno de una familia tradicional mexicana nacería Alberto Rafael Arriola Valdés, quien gozó de una infancia tranquila en una ciudad pequeña con sus padres y hermanos. Con una herencia de cuatro generaciones de médicos Arriola (tatarabuelo, bisabuelo, abuelo y padre), parecía que la carrera profesional de Alberto ya estaba decidida. En parte era así, ya que hasta la preparatoria él estaba convencido que la medicina sería su profesión. Sin embargo, la tradición prevalecería y es ahí donde su hermano elegiría ser médico y Alberto no se alejaría del todo, pues encontraría en la Odontología la pasión y disciplina que exige una carrera en ciencias de la salud, así como el servicio a la comunidad.
FORMACIÓN ACADÉMICA
A la temprana edad de 14 años, sus padres al analizar la situación de la ciudad y en busca de las mejores oportunidades educativas para sus hijos, deciden que después de la secundaria se iría a estudiar a Daly City, al sur de la ciudad de San Francisco, California. Ahí, viviendo con sus tíos abuelos, fortaleció su espíritu de estudio, desarrolló múltiples habilidades y perfeccionó el idioma inglés; esta aventura duraría año y medio.
Para enero de 1967, inicia su preparatoria en la Ciudad de México, donde vivió con sus dos hermanos mayores en una casa de asistencia; con el tiempo sus padres se hicieron de una casa que compartieron todos juntos durante el tiempo que cursaban sus estudios universitarios.
LA UNIVERSIDAD
En palabras del Dr. Arriola, no puede estar más orgulloso de su Alma Mater pues se convirtió en puma en 1970. Y aún con la duda/compromiso de continuar la tradición familiar, aunado a esa confusión, su orientador de carrera le señaló que antes que las áreas de la salud, él tenía un gran talento para los números. Imaginó que los números le darían cierta atención al detalle y sin despegarse del todo de la costumbre de casa, encontró en la Odontología cierto equilibrio.
El año de 1970, sin lugar a dudas fue una época complicada para los estudiantes universitarios en el país, más aún en la UNAM, a solo dos años de la matanza del 68, las circunstancias eran muy sensibles; fanáticos de ambos bandos eran radicales y peligrosos, y lastimosamente mucha gente no quería apoyar a los alumnos por miedo a represalias del gobierno o que por sí mismos ellos fueran peligrosos. En su época de estudiante estaba activo el Comité de Lucha. Con nostalgia recuerda su vida académica y añora lo vivido y lo sufrido, dicho por él “de todo se aprende” y evidentemente, son las dificultades las que a la larga ayudan más al desarrollo personal que los momentos sencillos o simples.
ESPECIALIDAD
Como muchos estudiantes de Odontología, al final de la carrera te enfrentas a la incertidumbre de cuál será tu especialización; parte de la inexperiencia y de tomar las clínicas en periodos breves o desiguales no ayudan del todo a una rápida y acertada elección, por ende, decidió que la práctica marcaría la pauta y al terminar la licenciatura consiguió un trabajo con el Dr. Roberto Magallanes (a quien considera uno de los mejores dentistas del país, que tiene maestría en operatoria dental por la Universidad de Indiana); al trabajar con él, el Dr. Arriola vio en el periódico un anuncio del Instituto Mexicano de Endodoncia en 1974 y fue ahí como eligió la que sería su especialidad. Anteriormente, en 1973 había concluido la carrera con su servicio social, el cual realizó en la misma Facultad en Odontología preventiva. Antes de terminar la especialidad solicitó admisión a la Universidad Autónoma de Guadalajara, porque consideró que era la mejor puerta de ingreso a la Perla tapatía, la cual fue la ciudad que optó para vivir porque era la opción que le gustaba, ya que había pasado veranos ahí y con la influencia en el corazón y los sentimientos, puesto que su novia —quien se convertiría en su esposa— es de esta localidad.
VIDA PROFESIONAL
Como foráneo ejecutó un inteligente plan de acción: ser profesor, debido a que tuvo la fortuna de ser aceptado en la UAG como maestro de endodoncia y fue el primer endodoncista titulado en esta facultad de la Autónoma.
En este mismo sentido, como había pocos endodoncistas en Guadalajara, le remitían muchos pacientes y en 1976 logró abrir su consultorio en la ciudad con excelentes resultados.
Para 1978 dejó la escuela y se dedicó de lleno al consultorio por tres años, pero siempre tuvo la inquietud de estudiar en Estados Unidos. Después de realizar una investigación exhaustiva, consiguió en el consulado las direcciones de varias universidades, y después de su búsqueda en estas, contactó al Dr. Kaare Langeland, el cual fue considerado en su tiempo como el número uno mundial de la biología pulpar y su universidad estaba en Farmington, un pueblo pequeño en EUA, a cuya institución aplicó y tuvo la fortuna de ser aceptado.
Fue ahí donde reconoce como bendición hacer grandes amigos como los doctores Elizeu Pascon y Karman Safavi. No obstante, fue un periodo de mucho aprendizaje y estudio, ya que le tocó hacer muchos implantes de tejidos de cuyos, recubrimientos pulpares en monos e innumerables experiencias en esta travesía de dos años en Estados Unidos, las cuales la mayoría fueron pioneras en el campo de la endodoncia.
Agradecido con la oportunidad que recibió por parte del CONACYT, decidió regresar para contribuir a su país aquello que le habían dado oportunidad de aprender y poder desarrollar esos conocimientos con su gente. Asimismo, tuvo la gran ocasión de ser coordinador fundador de la especialidad de endodoncia entre 1987-2011 y en 2011 se desarrolla como director de la facultad.
ANÉCDOTA DE LA ESPECIALIDAD
En una ocasión se invitó al Dr. Noah Chivian, el cual era un reconocido endodoncista del estado de Pensilvania, 15 años mayor que el Dr. Arriola, quien le comentó que a él le había tocado toda la transición del instrumental endodóntico (pasar de la instrumentación 100% manual), lo que le puso a pensar al Dr. Arriola cómo él vivió lo mismo, ir de la instrumentación manual a lo automático (inclusive sus dedos pulgar e índice del lado derecho son más grandes que la mano izquierda debido a la instrumentación).
Como dato curioso, el Dr. Alberto cree que el microscopio es un instrumento indispensable en endodoncia. De todo eso, el Dr. Noah dice que todos los nuevos instrumentos automatizados le parecen una excelente opción, pero que podría dejar todo y regresar a lo manual EXCEPTO por el microscopio, pues considera que ese es el mejor aditamento para el endodoncista.
FORTALEZAS DE UN ENDODONCISTA
El Dr. Arriola reconoce que son muchas las condiciones de un buen endodoncista, por ejemplo: empatía, valores morales como honestidad, preocupación por el prójimo, entrega y dentro de la capacidad profesional debe tener conocimiento amplio de las condiciones de un diente. Además, entender la caries y el daño que hace, así como lo que va subiendo en la cámara pulpar y tejido. Igualmente, habilidad manual y conocimiento de la técnica clínica.
RETOS DEL ENDODONCISTA
En sus palabras, el Dr. Alberto considera que el mayor reto que tiene el endodoncista es el temor del paciente y la forma en que llega a verlo, ya que son paciente con dolor.
Comenta, por otro lado, que es cuestión de gustos porque es una especialidad de actos repetitivos, sin embargo, ha evolucionado tremendamente. En este sentido, recuerda que a principios de los noventa se seguían haciendo los tratamientos con los mismos instrumentos que tenían tradicionalmente y de repente empezaron a presentarse equipos nuevos como la aparición de la articaína que mejoró la técnica en los molares inferiores, las lupas, el ultrasonido, instrumental rotatorio de níquel titanio, el microscopio, la radiografía digital y el localizador de ápice.
LOGROS ACADÉMICOS PERSONALES O FAMILIARES
Ser nombrado el dentista distinguido del año por tres colegios diferentes en Guadalajara.
Haber sido padrino de dos generaciones de pregrado y varias de posgrado.
Ser profesor invitado de varios posgrados. (La Salle, UDG, UNAM ENES, UANL, UASLP).
Ser profesor extraordinario de la Universidad de Nayarit.
Profesor invitado de los posgrados de endodoncia de la Universidad Católica de Honduras, campus Tegucigalpa y San Pedro Sula y de la U. Católica de Guayaquil, Ecuador.
Profesor invitado de la U. De Texas en Houston, U. Del Sur de California, U. Loma Linda y Connecticut.
Haber dado varias conferencias en Latinoamérica: Costa Rica, Honduras, Ecuador, Colombia, Brasil.
Representar a México como conferencista en el Segundo Congreso Mundial de Endodoncia de la IFEA, en París.
EN LO PERSONAL, SE DICE MUY ORGULLOSO DE SU FAMILIA; CON TRES HIJOS (UNA MUJER Y DOS HOMBRES), OCHO NIETOS Y UNA ESPOSA MARAVILLOSA Y SUMAMENTE AFORTUNADO DE LA GRAN CANTIDAD DE BUENOS AMIGOS.
ODONTOLOGÍA EN MÉXICO
En su opinión, el Dr. Arriola considera que: “En términos generales, la Odontología en México es buena”, aunque considera difícil el dar una postura sobre la Odontología en México o EUA, pero en cuanto a la calidad y el servicio que prestamos los odontólogos mexicanos, es adecuada para nuestra sociedad. Sintetiza que: “En la facultad de la UAG uno de los valores que inculcan es pensar antes que nada en el bienestar del paciente”.
RECOMENDACIONES PARA LOS FUTUROS DENTISTAS:
La Odontología no solamente es práctica, sino que el estudio constante y la lectura es importantísima en su formación.
El mejor maestro del mundo: La biblioteca. Recomienda mucho la lectura y el estudio.
No es lo mismo asistir a una clase magistral como oyente que a una clase donde el alumno participe porque este ya conoce del tema.