Artículo original
Caries Res 2010;44:41-46 DOI 10.1159/000275573
Recibido: 27 de mayo, 2009
Aceptado después de revisión; 9 de noviembre, 2009
Publicado en línea: 15 de enero, 2010
Palabras clave
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Barniz fluorado
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Molares primarios
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Lesiones proximales
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Infiltración de resina
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Prevención secundaria
Resumen
Este estudio de boca dividida está enfocado en evaluar la eficacia de lesiones infiltradas con resina cubiertas por barniz fluorado (BF) contra tratamientos solo de BF de lesiones proximales sobre molares deciduos. El estudio duró 1 año. Se incluyeron niños con 2 o más lesiones proximales superficiales sobre molares deciduos detectados en radiografías de aleta de mordida. Después de obtener el consentimiento por escrito de sus padres, aleatoriamente se asignó uno de los dos tratamiento a dos lesiones en cada uno de los 50 niños: infiltración de resina seguida por aplicación (aplicación de prueba) de BF (2.26%) contra solo BF (lesión de control). 2 médicos clínicos registraron las calificaciones ICDAS de las lesiones seleccionadas antes del los tratamientos (kappa ponderado para acuerdo inter- y extra-examinador de >0.79). El BF se aplicó en ambas pruebas y las lesiones de control 6 y 12 meses después del primer tratamiento. Después de 1 año se obtuvieron las calificaciones ICDAS de 42 niños y las radiografías de 39. Un examinador ajeno al estudio calificó las radiografías dos veces (kappa ponderado 0.88). La edad media de referencia de los niños fue de 7.17 ± (DE) 0.68 y la dif-s media fue 8.1 ± (DE) 6.9. Después de 1 año, las calificaciones ICDAS de 31% de las lesiones de prueba y el 67% de las lesiones de control habían progresado (p<0.01).
Radiográficamente, 23% de las lesiones de prueba y 62% de las lesiones de control habían progresado (p<0.01). Por lo tanto, el efecto clínico y radiográfico terapéutico de la infiltración de resina/BF sobre solo BF fue > 35% y significativo. Para concluir, la infiltración de resina en conjunto con barniz fluorado parece prometedor para controlar la progresión de lesiones proximales en molares deciduos.
Derechos de autor © 2010 S. Karger AG, Basel
Estudios transversales de Dinamarca muestran que el 25% de los niños de 7 años tienen una o más restauraciones en las superficies proximales de molares deciduos [Nielsen, 2001], aumentando a 52% en niños de 9 años [Ekstrand, 2006]. En otros países se ha observado prevalencia similar o mayor de restauraciones o extracciones debidas a caries de molares primarios [Kuzmina et al., 1995; Duggal, 2002].
Por lo tanto, el tratamiento operativo de caries necesitado en la dentición primaria es enorme en la mayoría delos países.
Gomez et al. [2005] y Martignon et al. [2006] presentaron un nuevo enfoque secundario de prevención para lesiones proximales activas, las cuales por radiografía habían penetrado profundamente en el esmalte o solo en la dentina: sellado proximal. El efecto terapéutico en adultos jóvenes fue en el estudio posterior calculado en aproximadamente el 25% contra limpieza con hilo dental y en la dentición primaria el efecto terapéutico también fue de 25% [Martignon et al., 2008]. Un inconveniente de este procedimiento es que requiere dos visitas en 48 horas, durante las cuales una banda elástica crea un espacio para que se pueda realizar el procedimiento de sellado. Recientemente, Mueller et al. [2006], Meyer-Lueckel et al. [2007], Meyer-Lueckel y Paris [2008a, b] y Paris et al. [2007a, c] sugirieron otro enfoque para lidiar con las lesiones proximales superficiales: infiltración de resina. La idea de este enfoque es mejorar la penetración de la resina en la lesión superficial al retirar la zona superficial de la lesión con un ácido fuerte. La infiltración de resina de este método solo requiere una visita.
Este estudio apuntó a evaluar la eficacia del tratamiento de 1 año de lesiones cariosas proximales
tempranas sobre molares deciduos con infiltración de resina en conjunto con barniz fluorado contra solo barniz fluorado. El estudio se llevó a cabo en Nuuk en Groenlandia, Dinamarca, donde la mayoría de los niños tienen una alta tasa de progresión de caries [Petersen y Christensen, 2006].
Materiales y métodos
Tamaño de la muestra
El tamaño de la muestra se basó en las siguientes premisas: observaciones emparejadas (diseño de boca dividida), α = 5%, 1 – β = 80%, efecto clínicamente relevante a no perderse 30% y el efecto de por lo menos 25% de tratamiento efectivo. Usando la fórmula para evaluar las diferencias en proporciones para el diseño de emparejado simple [Connor, 1987], se necesitó una muestra de tamaño de aproximadamente 40 pacientes al final del estudio.
Capacitación en el Sistema de registro de caries a usarse en el estudio
En este estudio se planeó registrar las caries clínicamente por medio del sistema de calificación visual ICDAS ya que uno de los autores (K.E.) tiene gran experiencia en ese sistema (kappa ponderado = 0.79) [Ekstrand et al., 2007]. K.E. capacitó a otro examinador, quien eventualmente se encargó del tratamiento, durante 2 sesiones sobre un total de 111 dientes extraídos. El acuerdo inter e intra-examinador usando kappa ponderado estuvo en todos los casos >0.79. Las examinaciones clínicas también se hicieron en 6 niños con 48 molares. Los 2 examinadores discreparon sobre la calificación en 4.1% de los registros.
Con respecto a la calificación de caries sobre las radiografías se decidió involucrar a un especialista en radiografía externo no familiarizado con el diseño del estudio.
Muestra
La población objetivo consistió en niños de 5 a 8 años que asisten al Servicio Publico de Salud Dental de Groenlandia. Este servicio cuida de todos los niños de manera gratuita desde los 0 hasta los 17 años. El número de niños en cada cohorte de edad en Nuuk es cerca de 600. La aprobación se obtuvo del Consejo de ética en Nuuk (31 de enero de 2008, 011-0027-08/Jh).
Debido a la alta tasa de progresión de la caries, a todos los niños de Nuuk se les toman radiografías cuando llegan a la edad de 5-6 años. El criterio de inclusión para los niños que se registraron en el estudio fue la presencia de por lo menos 2 lesiones proximales en esmalte o dentina externa sobre molares deciduos, como se evaluó por radiografías. Las lesiones sobre la superficie mesial sobre los molares primarios no se pueden incluir ya que el área de contacto en los caninos es muy estrecha. El criterio de exclusión fue la presencia de enfermedades relacionadas con la caries. Los niños a los que se les tomaron radiografía en enero 2008 y que cumplieron los criterios, fueron referidos por los dentistas al primer autor (n = 72).
Se enviaron cartas a los padres de esos 72 niños. La carta explicó la razón del contacto y que nos gustaría ofrecerle a su hijo la oportunidad de participar en un estudio en el cual se hicieron esfuerzos para detener sus lesiones proximales. Se seleccionarían dos lesiones y el tratamiento descrito a continuación se iniciaría a aquellas lesiones particulares. Se explicó que la primera revisión de la eficacia de los tratamientos era 1 año después y que probablemente habría otra examinación después de 3 años. Ya fuera que los papás permitieran que su hijo participara en el estudio o no, su hijo recibiría el cuidado de Salud Dental Público estándar normal en Nuuk. Al final se consiguió consentimiento por escrito de 50 niños.
Selección de lesiones y evaluación clínica
Se tomaron radiografías de aleta de mordida de referencia en ambos lados de la boca de los participantes que usan un soporte de película Kwik-Bite (Hawe-Neos, Suiza) por un asistente odontológico con mucha experiencia en la clínica.
El equipo usado fue una fuente de rayos x Secodent Philips (65kV, 7.5 mA, tiempo de exposición 0.25 s); las películas usadas fueron del grupo de velocidad E (Eastman Kodak Co., Nueva York, N.Y., EUA) y las películas se procesaron automáticamente (XR 24 Pro Dürr Dental). Para poder permitir una geometría de proyección de rayos x reproducible en examinación radiográfica subsecuente, se decidió que el rayo central debe apuntar al espacio proximal entre los molares primario y secundario en la mandíbula inferior.
Si los participantes en las radiografías tenían más de 2 lesiones en esmalte o en la dentina exterior en el molar primario, 2 de ellos se seleccionaron inicialmente siguiendo el método. Se asignaron números a las superficies proximales de la siguiente forma: 1 se asignó a la superficie dental del primer molar derecho superior; 2 a la superficie mesial del mismo diente y 3 a las superficies dentales del primer molar derecho superior; 4 a la superficie distal de los primeros molares izquierdos superiores y así sucesivamente hasta que se asignó 12 a la superficie distal del primer molar derecho inferior. Después se seleccionaron las 2 lesiones siguiendo una tabla de número aleatorio. Las 2 lesiones seleccionadas se enlistaron para cada participante y se declaró el tratamiento para la lesión mencionada de una lista previamente preparada. La letra A significó aplicación de barniz fluorado (2.26% F, Duraphat, Woelm Pharma GmbH, Alemania) para la primera lesión, lo cual entonces significó infiltración de resina y barniz fluorado para la otra lesión. Si la letra B estaba indicada, el tratamiento de la primera lesión fue infiltración de resina y barniz fluorado, etc.
Antes de que se aplicara el tratamiento, se midieron los siguientes parámetros clínicos junto a las dos superficies seleccionadas, con el examinador desconociendo al final cuál sería la superficie de prueba y la superficie de control. La ocurrencia de placa se calificó como 0 = placa no visible o 1 = placa visible; el estado de las encías se calificó como 0 = sano, 1 = enrojecimiento, sin sangrado después de exploración, 2 =sangrado después de exploración, y 3 = muy inflamado.
Evaluación visual de la caries
Las superficies seleccionadas se limpiaron profesionalmente con hilo dental y las caries se calificaron clínicamente desde el aspecto bucal, oclusal y lingual usando el sistema de calificación visual ICDAS. El sistema de calificación ICDAS usa 7 calificaciones: 0 = superficies clínicamente sanas; 1 y 2 = lesiones sin cavidades (en 1 se requiere secado al aire para ver la lesión y en 2 la lesión es visible sin secado al aire); calificación 3 = microcavidades; 4
= sombras; 5 y 6 = etapas mayores de cavitaciones de dentina [Ekstrand et al., 2007]. Dos examinadores calificaron las superficies de manera independiente, después de lo cual se compararon dichas calificaciones (misma calificación de 94%). Los desacuerdos se resolvieron por consenso y se dio una calificación ICDAS final. Los examinadores no vieron las calificaciones radiográficas. Además de la restauración y la caries, se evaluó el estado de las superficies relacionadas en cada niño individual.
Tratamiento de lesiones
El dentista que realizó el tratamiento (infiltración de resina) fue capacitado por el grupo de investigación que diseñó el método (Meyer-Lueckel y Paris). Sin embargo, no se logró gran experiencia en el método antes de que el estudio se llevara a cabo.
Las lesiones de prueba se infiltraron por el siguiente procedimiento: (1) superficie proximal limpiada por hilo dental; (2) dique de hule aplicado; (3) diente adyacente protegido por tira de plástico, en algunos casos se usó una tira de metal; (4) se colocó ácido clorhídrico al 15% en la lesión por 120 s; (5) se enjuagó y secó la
superficie; (6) se rehidrató la superficie dos veces al tratarla con etanol al 95% y secada al aire de una jeringa de aire tres en uno; (7) se aplicó resina infiltrante (resina a base de trietilenglicol-dimetracliato, Canforquinona, aditivos; DMG, Hamburgo, Alemania) en la lesión por 120 s; (8) resina polimerizada (polimerizada por luz azul) de acuerdo con las instrucciones del fabricante; (9) resina aplicada nuevamente por 30 s y polimerizada; (10) se aplicó barniz fluorado en la lesión.
Después se aplicó barniz fluorado a la lesión de control. Todo los niños siguieron el programa ofrecido por el servicio dental, el cual incluye examinaciones regulares e instrucciones sobre higiene oral.
Seguimiento
Los niños se examinaron clínicamente después de 6 meses y se aplicó barniz Duraphat tanto a la lesión de prueba como a la de control. Después de 1 año, los mismos dos examinadores reexaminaron al niño clínicamente como referencia y se tomaron nuevas radiografías usando el mismo equipo y método que la radiografía de base. Se aplicó Duraphat en ambas lesiones.
Riesgo de caries
Se evaluó el nivel de riesgo para cada niño individual en este estudio a través de la experiencia clínica de caries y se midió por índice def-s: bajo riesgo, def-s = 0; riesgo moderado, def-s = 1-4; alto riesgo, def-s >4. El componente d se definió como caries en una etapa cavitada, el componente como diente extraído debido a caries y el componente f como superficies restauradas debido a la caries. Los registros estuvieron relacionados a superficies.
Resultados
De los 48 niños registrados de base (muestra completa, tabla 1), 3 exfoliaron el diente de prueba o el diente de control o ambos durante el año. Tres niños se mudaron de Nuuk donde se llevó a cabo el estudio. Por lo tanto, 14% de los niños abandonaron el estudio, dejando a 42 niños (sub-muestra clínica) que tuvieron la examinación clínica final (tabla 1). En 3 casos adicionales no se pudieron obtener radiografías finales, así que la examinación radiográfica se realizó en 39 niños (sub-muestra radiográfica, tabla 1). La tabla 1 también incluye una caracterización de las 9 personas para las que no hubo datos de 1 año, clínica o radiográficamente.
Datos completos de la muestra de prueba
La mayoría de las lesiones (27 lesiones de prueba y 27 lesiones de control) estuvieron en la superficie distal del primer molar, 18 lesiones de prueba y 18 lesiones de control en la superficie mesial de molar primario y secundario y el resto sobre superficies distales de molares primarios y secundarios.
La edad media de los participantes fue de 7.2 años. La proporción de niños en el estudio fue ligeramente mayor al de niñas. La def-s media fue 8.1. Casi todos tuvieron placa visible y gingivitis y una o más ubicaciones. Solamente 12.5% tuvieron def-s = 0, mientras que aproximadamente dos tercios tuvo >4 def-s.
Los análisis también revelaron que en la referencia no hubo diferencias en edad o experiencia de caries (def-s) entre la muestra completa y las sub-muestras (valores p >0.1; tabla 1). De la tabla 1 también parece que el número de niños con placa y gingivitis en las sub-muestras no fueron diferentes de la muestra completa.
Tabla 1
Datos relevantes de referencia en la muestra completa, las sub-muestras lo cual terminó el estudio concerniente ICDAS y lecturas radiográficas y los participantes no terminaron el estudio.
La Tabla 2 presenta la referencia de datos clínicos y radiográficos de caries en los 42 que tuvieron la examinación clínica final y en los 39 niños a los que se les sacaron radiografías adecuadas. Muchas lesiones detectadas radiográficamente no se pudieron reconocer en la examinación clínica.
Las lesiones de prueba tuvieron calificaciones ICDAS significativamente más altas que las lesiones de control (prueba de señal, p = 0.03), pero no hubo diferencia significativa en las calificaciones radiográficas (prueba de señal, p = 0.33).
Tabla 2
Calificaciones ICDAS y calificaciones radiográficas en la referencia para lesiones de prueba y de control
Tabla 3
Estado clínico de las lesiones de prueba y de control después de 1 año.
Examinación final
La Tabla 3 muestra que, clínicamente, 13 lesiones de prueba y 28 lesiones de control habían progresado. Entre las lesiones de prueba que progresaron, 4 progresaron a cavitación y 4 habían sido restauradas. 5 lesiones adicionales habían progresado pero no tenían cavitación. En contraste, de las 28 lesiones de control que habían
progresado, 13 habían progresado a cavitación, 6 habían sido restaurados y 9 habían progresado sin cavitación. Por lo tanto, hubo 29 lesiones de prueba y 14 lesiones de control, las cuales no habían progresado clínicamente. A través de prueba de Cambio de McNemar, las lesiones de prueba y de control se comportaron de manera distinta (p = 0.002). El efecto terapéutico a nivel clínico fue (66.7% – 31%) = 35.7% (95% IC 28.0 – 45.2%). De las 3 lesiones que en la referencia se clasificaron como tener micro-cavitación (tabla 2), 1 no progresó mientras que las otras 2 progresaron.
Radiográficamente, un total de 8 participantes mostraron progresión de lesiones tanto en las lesiones de prueba y de control, 14 participantes no mostraron progresión en la lesiones de prueba y lesiones de control, mientras que 16 mostraron progresión en las lesiones de control pero no en las lesiones de prueba, y 1 participante tuvo progresión en la lesión de prueba pero no en la lesión de control. Las lesiones de prueba y de control fueron significativamente diferentes por prueba de Cambio de McNemar (p < 0.001). La diferencia terapéutica en el resultado del tratamiento (progresión) fue (61.5% – 23.1%) = 38.4% (95% IC 22.9 – 56.1%).
No se observaron efectos secundarios de la infiltración o de tratamientos Duraphat, ya sea de los archivos de los pacientes o de cuestionamientos directos a los niños y los padres.
Discusión
Ya que la prevalencia de la caries proximal en los molares primarios es muy alta en muchos países (consulte la introducción), es relevante para buscar alternativas a los métodos usados hasta ahora para profilaxis secundaria y terciaria iniciados para lidiar con este problema. Un enfoque es infiltración de resina. Se ha realizado un buen número de estudios in vitro para diseñar un procedimiento clínico realista para colocar infiltración de resina en lesiones proximales [Mueller et al., 2006; Meyer-Lueckel et al., 2007; Meyer-Lueckel y Paris, 2008a, b; Paris et al., 2007a, b]. Por ejemplo se ha demostrado que la zona de superficie de la lesión se ha retirado, por ejemplo, HCl al 15% para que la resina infiltre los poros de la lesión adecuadamente. Tal procedimiento es duro, y solo por esa razón particular, el diente adyacente y el tejido circundante necesitan estar protegidos, por ejemplo con dique de hule. Esto se realizó en este estudio en Groenlandia. El material de resina es sensible a, por ejemplo, saliva; por lo tanto, el equipo clínico moderno es obligatorio y la ayuda de un asistente dental es esencial. Todo esto fue posible en el estudio groenlandés.
Cuando se inició el estudio, la muestra consistió en 48 niños groenlandeses de 6 a 8 años. Solamente 12.5% tiene una def-s = 0, mientras que aproximadamente dos tercios tuvo una def-s >4 en superficies. De acuerdo con Hausen [2008] el mejor predictor de desarrollo de futuras caries es la experiencia previa de caries. Esto, junto con la evidencia de placa visible e inflamación gingival en casi todos los participantes en uno o más lugares de la boca [Thylstrup y Birkeland, 1986], justifica la declaración de que la muestra en este estudio puede clasificarse como riesgo de caries de moderado a alto. El diseño usado en este estudio fue de diseño de boca dividida, lo cual hace posible decidir si un tratamiento es más efectivo que el otro si los efectos de arrastre están bajo control [Hujoel y De Rouen, 1992].
Como ambas lesiones recibieron barniz fluorado al momento del tratamiento, después de 6 meses y después de 1 año, creemos que el efecto de arrastre estuvo bajo control. Además, el diseño aleatorio usado para seleccionar las lesiones y asignarlas ya fuera al grupo de control o al de prueba reduce el riesgo de que las lesiones de prueba difieran de las lesiones del control al tener, por ejemplo, estrecho contacto con el diente adyacente. Debido a la edad del niño y ya que los padres estaban lejos de la silla dental sobre el tratamiento, ambas se consideran ciegas a cuál lesión fue la de prueba y cual la lesión de control. Por lo tanto, no se prevé que el niño o los padres pongan atención extra a la lesión al grado de causar sesgo en los resultados.
La infiltración de resina de las lesiones proximales es un nuevo enfoque de tratamiento y, hasta donde saben los autores, este estudio es el primer intento de evaluar la técnica bajo condiciones clínicas. Como medida de precaución se decidió agregar barniz fluorado sobre las lesiones infiltradas ya que Duraphat y otros vehículos con alta concentración de fluoruro se reconocen como el tratamiento de primera elección para lesiones cariosas superficiales [Longbottom et al., 2009], en especial en combinación con las instrucciones de higiene oral. Por lo tanto, en realidad lo que se evaluó en este estudio es el beneficio adicional obtenido de la infiltración de resina cuando se resta el efecto del barniz fluorado.
Se decidió que 2 examinadores deben calificar el estado de la caries de las superficies seleccionadas por medio del sistema ICDAS. Por lo tanto, antes de que se iniciara el estudio se llevaron a cabo sesiones de capacitación, donde el examinador más experimentado en el sistema ICDAS capacitó a otro, la persona que realizó el tratamiento, en el sistema ICDAS. Se obtuvo un acuerdo sustancial inter- e intra-examinador sobre reproducibilidad usando dientes extraídos y la confianza bajo condiciones clínicas también fue sustancial ya que las decisiones por consenso solamente se usaron en 6% de los casos.
El sistema de calificación radiográfica usado en este estudio fue una versión ligeramente modificada que la sugerida por Martignon et al. [2006]. Las calificaciones 1-3 representaron indicaciones para infiltración de resina en casos en los que ningún otro método preventivo ha sido suficiente para detener la lesión. Por otro lado, la calificación 4 representa, para los autores, una indicación para tratamiento operativo. En realidad, los autores ven la infiltración de resina proximal o sellado proximal de las lesiones como la última posibilidad entre muchas posibilidades de una prevención secundaria.
En el presente estudio hemos elegido involucrar a un examinador externo no familiarizado con el estudio concerniente a la evaluación radiográfica. El acuerdo intra-examinador fue excelente, lo cual se puede relacionar al hecho de que era una especialista en el campo de la radiografía.
Los datos relevantes de esos 9 participantes donde no tuvimos datos clínicos o radiográficos en 1 año no discreparon de los datos correspondientes en aquellos que permanecieron en el estudio (tabla 1). Por lo tanto, los abandonos (19%) no sesgaron los resultados.
Este estudio confirmó que la detección visual de la caries subestima la experiencia real de lesiones proximales superficiales y que se requieren radiografías para mejorar el
nivel de detección [Lillehagen et al., 2007]. Por lo tanto, en la referencia 70 de 84 lesiones en el presente estudio se clasificaron como sanos por el sistema ICDAS, pero tuvieron lesiones de esmalte diferentes o lesiones dentales tempranas en las radiografías (tabla 2).
Como este estudio se llevó a cabo sobre una muestra con una aparentemente alta tasa de progresión de caries, y el periodo del estudio solo fue de 1 año, su valor en términos de validez externa puede estar limitado. Sin embargo, si un tratamiento es suficientemente exitoso en una población con alta tasa de progresión, el tratamiento probablemente también funcionará en sujetos con tasas promedio de progresión de carie, y por periodos de tiempo más largos. Esta hipótesis necesita ser evaluada.
En conclusión, juzgando clínica y radiográficamente la infiltración de resina en conjunto con el tratamiento de barniz fluorado de lesiones proximales en molares deciduos fue superior al tratamiento solo con barniz fluorado al reducir la progresión de la caries.
Reconocimientos
DMG Dental-Material Gesselshaft mbH (Hamburgo, Alemania) es reconocido por respaldar el estudio con material y ayuda financiera. Se agradece a la Profesora Asociada Mie Wiese, Departamento de Radiografía, Facultad de Odontología, Universidad de Copenhague, Dinamarca por ser la examinadora externa. Finalmente, se agradece al Servicio Dental en Nuuk, Groenlandia por su amabilidad, comprensión y por permitirnos trabajar en las clínicas.
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Derechos de autor
S. Karger AG, Basel 2010. Reproducido con el permiso de S. Karger AG, Basel. La reproducción o distribución adicional (electrónica o de otra manera) está prohibida sin permiso del titular de los derechos de autor.
aDepartamento de Cardiología y endodoncia, Escuela de Odontología, Universad de Copenhague, Copenhague, Dinamarca; b Unidad de investigación de caries UNICA, Facultad de Odontología, Universidad El Boque, Bogotá, Colombia.
Traducción
Mtra. Cecilia Erandi López Aguilar.






