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RESUMEN

Es indispensable que el odontólogo tenga conocimiento de cómo tratar al paciente adulto con un comportamiento poco ideal durante la consulta. Para esto es necesario que el profesionista cree conciencia del origen de ese comportamiento desadaptativo, por esa razón se aplicó el Cuestionario de Miedos Dentales (CMD-23) a cerca de 350 personas, con el objetivo de saber qué es lo que más le incomoda a un paciente durante la consulta dental y así poder tener opciones de abordaje para moderar el comportamiento y estado de ánimo del individuo durante la consulta dental. 

Palabras clave: Desadaptativo, miedo, odontología conductual, conducta, emoción 

INTRODUCCIÓN

Existe una rama de la Psicología llamada de la salud, dentro de ella existe una clasificación la cual se llama Odontalgia conductual, esta se encarga de aplicar la Psicología moderna en las situaciones relacionadas con el comportamiento y estado de ánimo del paciente durante la consulta dental (GILL, 1994), a fin de evitar así conductas desadaptativas. 

El estrés psicológico durante la consulta dental, el cual se da como reacción particular entre el individuo y el entorno que lo rodea cuando hay una interpretación de un factor amenazante a su bienestar, sucede con frecuencia en un paciente adulto que acude a consulta dental (VINACCIA, BEDOYA & VALENCIA, 1998). 

Cuando esta circunstancia se suscita, el paciente pasa por dos procesos. Uno se llama evaluación y consiste en que el paciente evalúa todos los factores que lo rodean, como el olor, color, aspecto del personal, entre otros; el otro proceso se conoce como afrontamiento, y es la acción que el paciente desee tomar en ese instante influenciada por la evaluación, por ejemplo, el darle seguimiento al tratamiento o eludir la consulta (Ibidem, 1998). 

El paciente a partir de una evaluación negativa crea un afrontamiento negativo, que tiene por consecuencia un círculo vicioso el cual lleva a un deterioro progresivo de la salud oral (MÁRQUEZ et al, 2004). 

En este sentido, un paciente que tiene miedo a las inyecciones y que en su última consulta se le anestesió, siendo esto doloroso, es posible que la consecuencia sea que retrase o cancele sus citas para evitar ser anestesiado nuevamente, por tanto, esta acción va a provocar que el seguimiento en su tratamiento se pierda y por ello su salud oral se deteriore. 

Es importante que se tenga en cuenta la magnitud de la problemática, puesto que el paciente presente emociones negativas hacia el tratamiento es frecuente. Lima y Casanova en el año de 2006 mencionan que entre el 10 y el 15% de la población experimenta ansiedad cuando tiene que acudir al dentista. Mientras que Rojas et al (2011) mencionan que algunos estudios señalan que entre el 5 y el 20% de la población presenta emociones negativas hacia la atención dental.

LAS EMOCIONES DEL PACIENTE

Algunas personas cuando acuden a la inyección dental presentan comportamiento desadaptativo, como cerrar la boca o moverse mucho. También presentan cambios fisiológicos como sudoración excesiva, aceleración del ritmo cardiaco, tensión muscular, etc. (ROJAS et al, 2011). 

Cuando estos signos se dan es porque el paciente pasa por una emoción la cual es generada por un estímulo durante la consulta dental. 

Para poder entender todo de una mejor manera, cabe indagar lo que es una emoción. Este término es complejo ya que existen más de 90 significados distintos (DAVIS & PALLADINO, 2008). Una emoción se define como “cambios fisiológicos y de sentimientos consistentes de placer o displacer, excitados por estímulos internos o externos que cause a una reacción conductual (acciones)” (Ibidem, 2008). 

Las emociones del paciente se dan por tres componentes y estos se manifiestan al mismo tiempo: el subjetivo (cómo el paciente percibe la situación), conductual (la conducta que este presenta a partir de la emoción), fisiológica (los cambios fisiológicos que se dan en el cuerpo). (DAVIDOFF, 1989). 

Asimismo, las emociones también son multidimensionales. Una emoción surge por la influencia de distintos estímulos, como pueden ser visuales, auditivos, color y olor del consultorio, entre otros (ROJAS, G. & MISRACHI, C., 2004).

Cuando el paciente entra al consultorio comienza a evaluar consciente o inconscientemente todos los aspectos que lo rodean, como el ruido, olor, aspecto del personal entre otros factores. Mediante esta evaluación crea un juicio y este da origen a las emociones negativas o positivas. Posteriormente viene el afrontamiento, cuya acción será influenciada por la emoción; por ejemplo, si la emoción es positiva, el paciente presentará una buena cooperación durante el tratamiento, caso contrario si la emoción es negativa (RUBINSTEIN, 1967; ROJAS & MISRACHI, 2004; ROJAS et al, 2011). 

La carga emocional que tiene la boca para el paciente es muy grande. En la teoría de Sigmund Freud existe la fase de desarrollo oral, donde se puede entender la gran carga emocional que representa la zona oral, ya que es el asiento psicológico de las primeras necesidades fisiológicas. Asimismo, la boca es la puerta del interior al exterior, siendo así una zona sumamente íntima para la persona y por eso se tiene que tratar con delicadeza y cuidado, para que el paciente no se sienta invadido ni agredido (ROJAS, G. & MISRACHI, C., 2004). 

Al entender la gran carga emocional que tiene la zona bucal, como odontólogo es importante que se genere empatía hacia el paciente, la cual es definida como la capacidad de comprender las circunstancias en las que se encuentra al experimentar sus sentimientos de manera indirecta (DAVIDOFF, 1989). Generar empatía con el paciente podrá ayudar al especialista a identificar sus necesidades, de esta manera saber qué técnica de conducta implementar en las circunstancias correctas. 

Que el paciente presente emociones negativas durante la consulta no solamente genera la presencia de conductas desadaptativas, sino que también los agentes fisiológicos que se generan como una sensación contraproducente se exteriorizan durante la consulta; emociones como el miedo y la ansiedad liberan agentes químicos los cuales pueden acelerar el ritmo cardiaco, aumentar la tensión muscular, entre otros. 

Estos factores influyen en el funcionamiento de químicos como la anestesia, incrementan la sensibilidad al dolor o dificultan la formación de un tapón plaquetario (DAVIS & PALLADINO, 2008; MÁRQUEZ, NAVARRO, CRUZ & GILL, 2004).

REPERCUSIONES EN SALUD ORAL DEL PACIENTE CON COMPORTAMIENTO DESADAPTATIVO DURANTE LA CONSULTA DENTAL

El comportamiento desadaptativo genera como consecuencia problemas dentales y de salud oral (LIMA, M. & CASANOVA, Y., 2006). Se debe tomar en cuenta que el odontólogo es un desconocido para el paciente, quien realizará intervenciones dentro de su boca, esta acción el individuo la puede tomar como un tipo de invasión o como un tipo de amenaza a su persona (ROJAS, G. & MISRACHI, C., 2004). 

Un paciente que presenta una gran carga emocional en su boca, durante un tratamiento dental puede mostrar constantes náuseas y asco, estos también pueden llegar a percibir la consulta con el odontólogo como una  amenaza, provocando que retrasen o evadan las consultas (Ibidem, 2004). 

Por otro lado, las llamadas de atención o críticas a la higiene o sobre la salud oral del paciente pueden ser percibidas como una experiencia desagradable, lo cual puede causarle pena, siendo este otro factor para la evasión de la consulta (MÁRQUEZ, J. et al, 2004; MUZA, R., 2010; LIMA, M., GUERRIER, L. & TOLEDO, A., 2008). 

Según Berggen citado por Márquez, J. et al (2004), las emociones negativas crean un círculo vicioso donde la evasión al tratamiento consigue un deterioro de la salud bucal, estos sentimientos con el paso del tiempo se vuelven ansiedad, produciendo nuevamente una segunda evasión a la consulta. 

Asimismo, los individuos que muestran poca cooperación durante la consulta dificultan el tratamiento de una manera adecuada, lo cual provoca que los sentidos se agudicen por el estado de alerta en el que se encuentran, y ello causa el aumento de la percepción del ruido (como el ruido de la pieza de alta) o el aumento de la percepción del dolor (MÁRQUEZ et al, 2004; VINACCIA, BEDOYA & VALENCIA, 1998).

Si resumimos los factores que se crean debido a los pacientes que presentan emociones negativas hacia el tratamiento dental, serían los siguientes: 

  • Se avergüenza de su salud bucal. 
  • Poca confianza al dentista. 
  • Presentan extensos y complejos daños en la dentadura. 
  • Son tímidos. 
  • Hipersensibles al dolor. 
  • Retrasan el tratamiento. 
  • Tienen una conducta desorganizada. 
  • Presentan los signos fisiológicos propios de la emoción. 
  • Se sienten inmovilizados y vulnerables en el sillón. 
  • Presentan pensamientos de escape. 
  • Retrasan o eluden su consulta con el odontólogo. 
  • No presentan buenos hábitos de higiene bucal. 
  • Pueden expresarse mediante conductas como berrinches, gritos o llantos 
  • Hipersensibles a las críticas sobre su salud bucal. 

Muza, R. (2010); Lima, M., Guerrier, L. & Toledo, A. (2008); Lima, M. & Casanova, Y. (2006); Márquez, J. et al (2004); Vinaccia, Bedoya & Valencia (1998). 

METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

Se aplicó el Cuestionario de Miedos Dentales (CMD-23) a un total de 349 personas adultas de la población de San Pedro Zacachimalpa, la cual pertenece al municipio de Puebla. Todas las personas que fueron evaluadas dieron su aprobación con su firma en un consentimiento informado, y fueron elegidas aleatoriamente sin distinción de género. 

El Cuestionario de Miedos dentales CMD-23 es un cuestionario que se modificó con base en una prueba piloto aplicada a los alumnos mayores de edad de la Universidad del Valle de Puebla, en línea con su última versión publicada en el 2004, cuya versión era el CMD-19. 

En la versión del 2004 se obtuvo una confiabilidad Alfa de Cronbach de 0.92, mientras que el cuestionario que se propone tiene una confiabilidad Alfa de Cronbach de 0.94 en el mismo modelo; con las actualizaciones que se proponen en el cuestionario se eleva la confiabilidad un 2%. 

Este cuestionario mide qué tanto le puede incomodar o producir emociones negativas al paciente distintas circunstancias durante la consulta dental, con una escala de Likerts que va del 0 que significa “nada” al 5 que significa “muchísimo”. 

Los 23 ítems que componen el cuestionario se dividen en cuatro dimensiones diferentes, las cuales son: 

  1. Trato humano al paciente. 
  2. Mala praxis. 
  3. Aspectos inherentes al tratamiento. 
  4. Aspectos no profesionales.  

En los cuales se obtuvieron los siguientes resultados: 

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El trato humano al paciente es un aspecto sumamente importante, debido a que la relevancia que le da este a esta dimensión es muy alta. Si no se ofrece un buen trato, va a presentar en su mayoría emociones negativas durante la consulta dental. En la gráfica anterior se puede observar un porcentaje de reacciones negativas alto, al sumar el porcentaje del valor 4 y 5, los cuales significan muchísimo y mucho, da un resultado de un 50%, siendo así una necesidad mayor para el odontólogo desarrollar habilidades las cuales puedan ayudar a darle un buen trato humano al paciente.

De los puntos a resaltar en esta dimensión fueron: 

  • La educación que el personal tiene con el paciente es muy importante, no se puede presentar faltas de educación ni un lenguaje poco profesional, pues generaría que el paciente se sienta incómodo y exprese desconfianza. 

  • Críticas hacia la salud o higiene del paciente es algo que se tiene que evitar; en cambio, lo eficiente es dar recomendaciones y sugerencias, y así el paciente va a cooperar de una mejor manera durante el tratamiento.

  • Cuadro de textoLa falta de información provoca que el paciente sienta un descontrol sobre él mismo, lo que permite que cree desconfianza y su cooperación sea poca o que llegue hasta posponer sus citas (ROJAS & MISRACHI, 2004).

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Existen pacientes que no acuden a consulta dental debido a experiencias anteriores desagradables como una mala práctica profesional, donde no se supo manipular correctamente al paciente para moderar su comportamiento, o donde se realizaron procedimientos no adecuados durante un tratamiento dental, causándole así una opinión objetiva y negativa sobre el odontólogo o el tratamiento odontológico (LIMA, M. & CASANOVA, Y., 2006). 

Esto mismo es confirmado con la gráfica anterior, donde se ve la escala de acontecimientos que provocan niveles altos de emociones negativas la cual ya fue especificada anteriormente. El resultado más alto fue el de los valores 4 y 5, significa que si se llega a suscitar un evento de mala praxis podrá causar muchas emociones negativas hacia el odontólogo o el tratamiento por parte del paciente. 

Los aspectos a resaltar de esta dimensión fueron: 

  • La falta de comunicación genera que el paciente, además de no estar informado de lo que se le va a realizar, no sepa lo que puede llegar a sentir en un procedimiento y esto le genere una emoción negativa como miedo o ansiedad.

  • La falta de higiene es algo que no puede darse en un consultorio dental. Un lugar que no se ve limpio es un lugar que no le da confianza al paciente. 

  • La falta de conocimiento y manejo del instrumental y la inseguridad al tratar al paciente creará que este se sienta inseguro y que dude de las capacidades del odontólogo y provoque que se sienta estresado durante la consulta.

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En cuanto a la tercera dimensión, la cual se dirige a los aspectos inherentes al tratamiento dental, esta evalúa situaciones las cuales se suscitan en consecuencia al tratamiento, situaciones que, aunque el trato sea correcto y la praxis excelente, de todas maneras van a estar presentes. Este concepto está compuesto por siete ítems del CMD- 23.

De acuerdo con las respuestas de las personas encuestadas se obtuvo que los valores que se repitieron con mayor frecuencia son, 0 (32%) y 1 (19%), los cuales corresponden a la escala de índice bajo en la provocación de emociones negativas, dando estos dos datos un total del 51%. 

Los aspectos a los que hay que tomarle mayor importancia de esta dimensión fueron: 

  • En ocasiones los pacientes van a buscar a un odontólogo en específico y de pronto el trabajo lo hace su asistente, este evento es un poco polémico entre los encuestados, ya que a un 50% le molesta muchísimo y al otro 50% no le molesta, mientras el asistente sepa hacer su trabajo correctamente. 

  • El ruido de la pieza de alta es un sonido que al 50% de los pacientes encuestados les molesta muchísimo pero al otro 50% les molesta poco o les es totalmente indiferente. 

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CONCLUSIÓN

Los aspectos no profesionales son aspectos totalmente independientes de la práctica profesional, estos aspectos están relacionados con el aspecto del personal, con el tiempo que se le dedica al paciente, con la ambientación del consultorio y con otros aspectos parecidos. 

La gráfica anterior es una representación de la dimensión de aspectos no profesionales formada por tres ítems del CMD-23, donde otorga resultados que dan una idea de lo importante que son estos aspectos para el paciente; entre los resultados podemos encontrar que los valores que más eligieron los pacientes fueron 4 y 5, los cuales hacen referencia a un índice alto en la provocación de emociones negativas, esto quiere decir que los aspectos no profesionales, son aspectos que el paciente toma en cuenta y que están constantemente en evaluación, y si estos no son moderados o controlados de una manera adecuada pueden causar que se generen emociones negativas en la persona. 

El aspecto el cual resalta de esta dimensión es: 

  • El aspecto personal, esto es sumamente importante; la boca del odontólogo es en lo que siempre se va a fijar el paciente, si el dentista tiene una bonita sonrisa da el aspecto de unos dientes saludables, el paciente podrá inferir que el odontólogo tratará a sus dientes de una manera ideal. 

  • Una vez analizado el contenido particular de cada dimensión es necesario saber en cuál el paciente es más susceptible, para que de esta forma el odontólogo preste mayor atención a esos detalles y la atención dirigida al paciente se mejore.

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En la tabla 8 se muestra que hubo tres dimensiones, donde se mostraron porcentajes de incomodidad altos los cuales fueron: “trato humano al paciente” con un 38%, “mala praxis” con un 57%, siendo esta dimensión la que mayor porcentaje muestra de todas, por tanto, es a la que los pacientes son más susceptibles, y “aspectos no profesionales” con un 38%. Mientras que los “aspectos inherentes al tratamiento” mostró que los pacientes encuestados no eran para nada susceptibles a esta dimensión. 

PROPUESTA

Se sabe que cada paciente es diferente y que a cada uno le pueden incomodar cosas distintas, por eso se propone manejar constantes como el color, aspecto u olor del consultorio y la presentación del personal. En la primera consulta del paciente se recomienda aplicar la historia clínica junto con el CMD-23, así el odontólogo podrá evaluar el cuestionario y aplicar en las siguientes consultas las técnicas de relajación correspondientes a sus resultados como: 

Ilustrar al paciente acerca de su estado de salud y de lo que implica el tratamiento y por qué este es necesario para él. De esta manera será posible cambiar los pensamientos negativos por positivos, este procedimiento siempre se tiene que realizar antes de comenzar con el tratamiento (VINACCIA, BEDOYA & VALENCIA, 1998; LIMA, M. & CASANOVA, Y., 2006). 

La técnica de percepción del control gira en torno a brindarle la capacidad al paciente de sentirse con el control dentro de la situación que vive, y así ayudar a que el afrontamiento ante el escenario sea positivo. Existen opciones como el botón de pánico el cual consiste en entregarle un dispositivo al paciente que cuando lo oprima encienda una luz o suene algún sonido para alertar al odontólogo sobre la necesidad de comunicación con él, es importante remarcar que este último debe estar entrenado para parar en el momento que el botón sea activado y de no ser así, el procedimiento no funcionará. (ROJAS, G. et al, 2011). 

La técnica de relajación muscular, o también llamada relajación progresiva de Jacobson, se basa en la percepción del tono muscular y en su control, provocando tranquilidad mental y muscular (LIMA, GUERRIER & TOLEDO, 2008). 

Respiraciones, si se realizan de una manera correcta, se le llama el arte de respirar. El principal objetivo de este ejercicio es aportar oxígeno al cuerpo y facilitar el control voluntario de la respiración y automatizarlo para que en una situación de tensión esta respiración sea mantenida (Ibidem, 2008). 

Sujeción verbal, se trata de inducir ideas al paciente desde una posición de autoridad, con voz calmada, cálida pero clara, mediante frases como: usted ya no siente angustia, va a sentir sensación de bienestar, no le va a doler, va a estar tranquilo, etcétera (Ibidem, 2008). 

Terapia cognitiva, se basa en cambiar la interpretación que el paciente le pueda dar a distintos factores con los que se pueda encontrar durante la consulta dental y que poco a poco le dé una interpretación más funcional para que él se pueda adaptar de una mejor manera a las circunstancias. Esto se logra por medio de repetidas citas con el odontólogo. Si el paciente viene con el significado subjetivo de que el dentista causa dolor, pero durante la consulta no se le ocasiona malestar podrá formar una nueva idea sobre lo que es la consulta (Ibidem, 2008). 

Cromosemiótica, se le define a la parte de la semiótica visual y el estudio de los significados cromáticos y sus diversas combinaciones (PARODI, F., 2002). 

El color en la psicología está vinculado con las emociones; cuatro son los colores psicológicos: rojo, amarillo, azul y verde, los cuales se clasifican en colores fríos o tranquilizantes y colores cálidos o excitantes (Ibidem, 2002). 

Pero entonces, ¿cuáles son los colores que son recomendables para ser utilizados en un consultorio y cuáles no lo son? La mayoría de los dentistas utilizan el azul en su clínica abogando que es un color que se asocia con la tranquilidad, sin embargo, a pesar de que el azul es un color que tranquiliza, también deprime y no es viable tener un entorno triste; por otro lado, se tiene el amarillo, el cual es un color sumamente alegre, pero que pone hiperactivos a los pacientes, por tanto, al combinar el amarillo con el azul, se neutraliza lo deprimente de uno y lo hiperactivo del otro, dándonos por resultado un color que es tranquilo, calmante y refrescante, el color verde manzana o verde pistache, en combinación con el blanco, cuyo significado es de limpieza (Ibidem, 2002).

Los colores que no son recomendables para un consultorio por su significado son:  

  • Rojo. 

  • Negro. 

  • Café o marrón. 

  • Naranja. (Ibidem, 2002). 

También es necesario siempre tener en cuenta que la comunicación entre el dentista-paciente es primordial, por lo tanto, darle la oportunidad al paciente de dar su opinión al final de la consulta propicia que el trato se vaya puliendo hasta llegar a un punto óptimo, donde ya no se presenten emociones negativas durante la consulta dental. 

Musicoterapia, esta se basa en los efectos que ejerce la música sobre el cuerpo. Según la característica de la melodía, se utilizan los sonidos o ritmos junto con su armonía como un proceso destinado a facilitar y promover la comunicación (GARCÍA CUESTA, SEVILLA, PÉREZ & OCAÑA, 2004). 

 En la consulta dental se deberá utilizar la música tranquilizante como medio de relajación, la cual será percibida como un estímulo que induzca a la tranquilidad (Ibidem, 2004). 

Si se colocan audífonos con aislador de sonido, los cuales emitan música relajante, podrá ayudar a que el paciente se tranquilice y todos los beneficios de una persona relajada se activen para ayudar al tratamiento dental (Ibidem, 2004). 

Aromaterapia, emplea aceites esenciales utilizados como una herramienta terapéutica complementaria, la cual estudia los efectos concentrados y volátiles de estas esencias (RODRÍGUEZ, A., 2016) 

Las esencias se producen por celdas especiales las cuales contienen fitohormonas que son equivalentes a mensajeros químicos, estas actúan de la misma manera que las hormonas humanas, transmitiendo información celular a través del cuerpo, como respuesta al estrés y condiciones ambientales que rodean al paciente (Ibidem, 2016). 

Según Buck (2000) citado por Rodríguez, A. (2016) estas macropartículas son absorbidas por medio de los poros de la piel o la mucosa de las fosas nasales, donde se trasportan rápidamente a los pulmones y de ahí se distribuyen en el torrente sanguíneo, causando así una activación cerebral; estas moléculas también se unen a receptores oftálmicos, creando una respuesta electro psicológica que alcanza la región del sistema límbico, la cual se encarga de las emociones. 

Por ello existen aceites como el de manzana, lavanda o naranja, los cuales tiene un efecto de relajamiento en los pacientes. Dicho de una manera más específica, el aceite de naranja tiene propiedades que hace propia su utilización durante tratamientos invasivos en la consulta dental, ya que este aceite estimula el sistema nervioso central, mejora el estado de ánimo, reduce la presión arterial, tiene efectos sedativos, analgésicos, antiinflamatorios, antiespasmódicos y antidepresivos (Ibidem, 2016). 

Tiempo, es un factor sumamente importante el cual se tiene que controlar de una manera adecuada; si el paciente tiene mucho tiempo de espera los pensamientos catastróficos tienen mayor posibilidad de surgir, además la espera es un factor estresante. Asimismo, si el dentista se tarda mucho atendiéndolo, este se comenzará a incomodar debido a que la fatiga ya es mayor, y por el contrario, si el dentista se tarda poco realizando el tratamiento, el paciente puede llegar a pensar que no lo hizo bien por no haberle dedicado el tiempo necesario; el tiempo siempre debe ser el adecuado para evitar las emociones negativas (ROJAS, G. & MISRACHI, C., 2004). 

Posición cómoda, si el paciente se encuentra incómodo en el sillón dental no se va a poder concentrar en las tácticas de relajación y solo va a estar pensado que el sillón le lastima o que le gustaría estar en otra posición, así que un sillón cómodo es algo muy importante para moderar las emociones negativas durante la consulta dental. (LOPATEGUI, E., 2001). 

CONCLUSIÓN

El dentista se encuentra capacitándose continuamente sobre técnicas para realizar mejores tratamientos y esto formará excelentes profesionistas en cuanto a las técnicas para dar un tratamiento. Sin duda es importante saber distintas ramas en la Odontología como maxilofacial, odontopediatría, endodoncia, entre otras, pero hace falta desarrollar una habilidad que es sumamente básica: el trato apropiado al paciente. En ocasiones el odontólogo que tiene más pacientes es el que a pesar de hacer excelentes tratamientos, también hace que el paciente se sienta cómodo durante la consulta dental, debido a su correcta interacción. 

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Es imprescindible que el odontólogo entienda un poco las circunstancias por las cuales pasa el paciente y que las emociones que presenta durante la consulta dental son multifactoriales, que el individuo desarrolla un juicio y opinión sobre todo lo que lo rodea durante la consulta dental, y el dentista debe ser capaz de moderar ciertas circunstancias para que el paciente siempre se sienta a gusto. 

Por tanto, al saber qué es lo que hace que el paciente presente emociones negativas el profesional podrá aplicar técnicas para la disminución de estas sensaciones y evitar los factores estresantes teniendo como resultado una experiencia satisfactoria con el odontólogo.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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AUTORES

• C.D. Joselyn Mata Villegas - Cirujano Dentista. Titulada de la Universidad del Valle de Puebla

• C.D. Jorge Pérez Castillo - Cirujano Dentista. Catedrático de la Universidad del Valle de Puebla

• C.D. Jaime Saúl López - Cirujano Dentista. Coordinador de la Licenciatura de Cirujano Dentista de la Universidad del Valle de Puebla

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