“Las bases fundamentales para un odontólogo son el conocimiento académico, la práctica y la experiencia, pero sobre todo y lo más importante es conservar la humanidad.”
Luis Miguel de la Isla Galvez nació en la ciudad de Guadalajara, sus padres sin embargo vivían en Sahuayo Michoacán, por lo tanto, su infancia y juventud transcurrieron en esa bella ciudad. Como recuerdo de su infancia aún conserva con profundo cariño la cajonera que le servía de escalera para poder ver la televisión en el consultorio dental de su padre.
El Dr. De la Isla relata que para su padre fue una gran sorpresa que la Odontología fuera su elección de carrera y vida, y hace énfasis en que aun siendo hijo del primer odontólogo titulado en la ciudad de Sahuayo, esto no influyó en su elección. Simplemente lo decidió sin sentir presión por su padre.
Como egresado de la Universidad de Guadalajara su padre pensó que ésta podría ser también su alma máter, idea que reconsideró debido a los problemas políticos y huelgas que en aquel tiempo atravesaba la Universidad de Guadalajara y que podrían afectar los estudios de su hijo, por lo que decidió matricularlo en la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG). La camaradería que logró con sus compañeros de generación en la UAG es, a su consideración lo mejor que obtuvo de la facultad, ya que se convirtieron en amigos entrañables que, incluso hoy en día se reúnen frecuentemente. Egresó en 1984 y como su padre le aconsejó, empezó con la travesía de buscar el posgrado. Su interés estaba encaminado al área quirúrgica por la buena influencia del Dr. Mario Gómez del Río, debatiendo su elección entre Cirugía Maxilofacial o Periodoncia. Tomando la primera opción, fue a CDMX justo en 1986, un año después del catastrófico temblor que dejó a la ciudad en ruinas, por ello no pudo visualizarse viviendo sus años de posgrado en ese lugar.
Periodoncia tenía opción de residencia en la ciudad de Monterrey, por lo que se inscribió en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). El plan académico en la UANL desarrollaba en los estudiantes la posibilidad de dar pláticas y conferencias como parte del fogueo necesario para su formación, esto fue un acercamiento a la docencia que sería una importante labor en su carrera profesional más adelante. El paso siguiente fue irse a Dallas Texas a la Universidad de Baylor, la internacionalización para él fue una herramienta que le permitió adquirir conocimientos, pero lo más importante, traerlos al país. En esa época una de sus maletas era usada exclusivamente para traer material bibliográfico e innovaciones en instrumentos y materiales dentales que eran inexistentes en México; hoy en día el acervo de literatura dental y médica en el país ha crecido y esos materiales no solo están aquí físicamente, ahora los estudiantes están a solo un clic de distancia para obtener la información, una gran ventaja para las nuevas generaciones.
Los aspectos fundamentales para la especialización.
La especialización es necesaria para no perderse en las generalidades por la exigencia y necesidades que el mercado mexicano requiere.
En su especialidad el Dr. De la Isla cursó menos tiempo del que actualmente ofrecen los planes de universidades públicas y privadas los cuales han aumentado a mínimo 3 años.
Cada que era invitado por colegas a dar clases en la especialidad de Periodoncia y/o a participar en el plan de estudios, una inquietud dentro de él iba en aumento, ya que no consideraba estos planes de estudio ideales, al tener el conocimiento empírico, pudo detectar áreas de oportunidad que deseaba implementar, pero entraría en algunos conflictos con colegas.
Por ello, el Dr. Luis Miguel y su socio, el Dr. Juan Delgado; se plantearon la posibilidad de crear un proyecto, una escuela. Pensaron que al poseer los conocimientos académicos, su práctica clínica aplicada y el saber cómo se impartían y se administraban las especialidades en aquellas universidades donde habían colaborado, bien podrían crear un instituto donde esas áreas de oportunidad fueran cubiertas y ofrecer una especialización enfocada en las necesidades de los pacientes y las limitaciones con que se deben enfrentar los odontólogos que deciden dedicarse a la Periodoncia e Implantología y así nació su mayor ambición y logro, IMED.
Logros académicos, personales y familiares.
El Dr. Luis Miguel de la Isla considera personalmente que los logros académicos distan de ser algo más que solo medallas o nombramientos para presumir, forman parte de su currículo pero, lo más importante para él es, la aplicación de los conocimientos en un bien común, por eso considera como el logro profesional de su vida “La creación del Instituto Multidisciplinario de Especialidades Dentales (IMED)”. Lo menciona como su más grande sueño y proyecto, su mayor ambición, le ha costado sudor, lágrimas y algunas frustraciones, pero también le ha brindado grandes satisfacciones en su carrera profesional.
IMED ha logrado formar a la fecha 3 generaciones de especialistas, empezando con el mínimo de alumnos y hoy con cerca de 25 aspirantes en cursos propedéuticos, sin duda es un crecimiento exponencial comparado con el tiempo transcurrido.
Las fortalezas de IMED podría resumirlas en:
• Tener una planta docente altamente capacitada, contar con profesores de distintas universidades nacionales y maestros invitados provenientes del extranjero.
• Su infraestructura, es de gran importancia contar con equipo de primer nivel, por ello, el Dr. De la Isla y el Dr. Delgado siempre tienen en mente la constante inversión en unidades y equipo para sus alumnos. Lo ven como algo esencial para una correcta formación académica y práctica clínica.
• La Responsabilidad que el Dr. Luis Miguel y el Dr. Delgado asumen al momento de la toma de decisiones en el instituto, aunado a la actualización y búsqueda de innovaciones para las materias que se imparten.
Con profundo sentido humano, su logro personal es hacer equipo con su esposa en la formación de su familia, en sus palabras ellos son el motor de su vida, son la mitocondria que da la energía para cada día seguir y mejorar constantemente.
Consejo a las futuras generaciones:
México tiene un excelente nivel en odontología, comparándose internacionalmente, está a la par de las grandes potencias, incluso podría ser superior en ciertas áreas, lo comprueba cada año cuando el IMED acude a congresos internacionales. Por ende, su consejo al odontólogo en formación y a los que están en posgrado es nunca perder la humanidad, si bien la carrera permite que existan mercenarios, tener sentido y responsabilidad social y moral les dará no solo una vida profesional llena de satisfacciones, obtendrán como obsequio la paz y tranquilidad espiritual que los conducirá a una anhelada felicidad.