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La naturaleza histórica de la profesión odontológica nació de manera empírica. Con el paso del tiempo, en su desarrollo, comenzó a tomar una relevancia imperante la experimentación científica, la cual hasta nuestros días es la pauta que rige su camino en el proceso del avance de nuevos materiales, tratamientos y sistemas, que traen consigo el progreso de nuestra área profesional en todos sus aspectos. De este modo, la Odontología ha tenido la ventaja en ser pionera en la implementación de nuevas tecnologías que años después son adaptadas y utilizadas de igual manera como soluciones tecnológicas biomédicas en otros campos de la salud. 

En este sentido, podemos citar diversas innovaciones como los sistemas CAD-CAM, que a pesar de que hoy las tecnologías 3D suenan como algo vanguardista, en la Odontología han sido empleadas por más de tres décadas de manera convencional; por otro lado, en un intento por comprender y buscar mejorar las propiedades mecánicas de los materiales restaurativos para las estructuras dentales, el análisis del estrés y la tensión de las mismas bajo diversas circunstancias de carga, se ha convertido en una parte integral de la investigación contemporánea. Como es sabido, la cavidad oral consta de varias estructuras complejas con una accesibilidad muy limitada; debido a esto, la mayoría de las investigaciones biomecánicas del entorno bucal se han realizado in vitro.

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El análisis de elementos finitos que ha sido utilizado por las ingenierías industriales logra crear una herramienta moderna para el estudio numérico de esfuerzos, con la ventaja de ser aplicable a sólidos de geometría irregular que contienen atributos de materiales heterogéneos. Los avances en cuanto a la tecnología 3D en los últimos años, en conjunto con estos análisis de elementos finitos, tienen un potencial importante con grandiosas aplicaciones para el contexto de diversas áreas odontológicas como ortodoncia, odontología restauradora, endodoncia, implantología, cirugía maxilofacial, entre muchas otras más. 

La investigación de las ciencias odontológicas se encuentra en una evolución constante; hace veinte años su enfoque se mantenía principalmente en el desarrollo de nuevos materiales restaurativos. Sin embargo, se ha venido hablando mucho de la Odontología adhesiva y estética, pero cabe señalar que en efecto estamos ante un cambio precedente, ya que en los últimos tiempos pasamos del concepto de la adhesión micromecánica, que surgió hace cincuenta años, a finalmente la adhesión química de los nuevos adhesivos que servirán de una manera muy distinta en la Odontología y en otras áreas biomédicas en el futuro, pues será de utilidad importante para la unión de materiales inorgánicos y orgánicos en uno de los campos tecnológicos más prometedores del sector de la salud: la bioingeniería de tejidos. 

En la actualidad, donde los avances tienen una velocidad impresionante, igualmente, la Odontología continúa desplazándose enormemente. Hemos sido testigos de que en los próximos años su enfoque se desarrollará en la regeneración de tejidos, continuará el camino de la prevención y la anticipación para revertir oportunamente factores que puedan desencadenar patologías a corto y mediano plazo. De este modo, muchas de las especializaciones actuales necesitarán un enfoque diferente que atienda a las nuevas tecnologías aplicables, conservadoras y regenerativas, y de no ser así, existirá una brecha profesional que defina claramente a esta nueva generación de odontólogos con los nuevos conocimientos y sus aplicaciones clínicas, o bien, de manera elemental la de aquellos que continúen con la visión precedentemente de que nuestra área de acción es meramente reparativa por medio de elementos simplemente sintéticos. 

“Siempre he considerado que los avances científicos determinan qué naciones progresarán y cuáles quedarán estancadas en su desarrollo.”

Es por ello que la educación odontológica deberá comenzar a encaminarse en los años venideros a aterrizar todas estas nuevas tecnologías de manera que puedan ser entendidas, más palpables, para que en un futuro a corto plazo todo lo aprendido y enseñado pueda ser aplicable en las áreas clínicas de una forma más tangible y real. El conocimiento es un recurso que se incrementa con su uso al ser compartido, siendo la clave para el desarrollo y transformación de una sociedad cuando es aprovechado en una incorporación efectiva al sector académico. De ahí que la inversión en investigación y desarrollo sea un factor de suma trascendencia para el crecimiento auténtico de cualquier aspecto científico, enfocada en ser la generadora de conocimiento y especialmente formadora de talento humano. Ya que el elemento central para el vínculo efectivo entre ciencia y desarrollo lo constituye precisamente la formación de capital humano con una visión creativa y vanguardista. La solidez de esta conexión depende de la interacción entre educación e investigación; la primera, como proceso de aprendizaje, y la segunda, como fase de generación y adaptación del conocimiento. 

Siempre he considerado que los avances científicos determinan qué naciones progresarán y cuáles quedarán estancadas en su desarrollo. Los países que se enfoquen en crear productos de gran valor serán más ricos, y aquellos que se encaucen únicamente en materias primas o fabricaciones básicas quedarán estáticos. El adelanto de la tecnología biomédica en Latinoamérica a través de la necesidad de entender el potencial y mecanismo de la propiedad industrial, es el principio a la entrada de una nueva era de conocimiento y de crear herramientas para pelear en esta actual batalla económica de la innovación.

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La industria del área odontológica es un terreno con gran capacidad de explotación en América Latina que necesita ser potencializada y visualizada como una formidable oportunidad, es por ello que será muy importante dotar de estas herramientas y enfoques a las nuevas generaciones que están por venir en el campo odontológico. 

En nuestra actualidad, la pandemia por COVID-19 ha traído consigo cambios significativos a la vida de la sociedad mundial, esta “nueva realidad” ha dejado y creado una reflexión sustancial que puede ser una enorme coyuntura para tratar de entender y desarrollar de manera diferente los contextos científicos, educativos y profesionales, asimismo, que puedan crear un crecimiento exponencial en todos los ámbitos. Si podemos entender la importancia que tiene la innovación como factor detonante del uso de nuevas tecnologías y su interacción entre ellas para crear diferentes ejes que se proyecten en el avance de pensamientos más universales, y que como resultado puedan establecer con mayor firmeza la dirección de la evolución de un área tecnológica, como es para nuestro interés, el área de la Odontología, llevaremos un paso adelante. 

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