Los objetivos de un programa de salud bucodental en embarazadas son:
Motivar a las pacientes sobre la importancia del cuidado de su salud oral y la de su familia, fomentar hábitos higiénicos y dietéticos saludables, aplicar medidas preventivas específicas, detectar signos o síntomas indicativos de patología oral actual o futura, efectuar algún tratamiento o al menos aquellos procesos que puedan ocasionar una patología oral aguda durante el embarazo, y facilitar la información adecuada a los padres en cuanto a cuidados orales de su futuro hijo.
Se deberá hacer especial énfasis en quitarle a la paciente los miedos y tabúes existentes sobre el embarazo y los tratamientos orales, también se le debe advertir de la necesidad de consultar con el dentista si detecta alguna alteración en su boca.
Asimismo, es significativo instruir a la madre sobre la importancia de los autocuidados relacionados con la higiene oral de su boca. Explicarle qué situaciones puede observar en su boca y qué medidas debe tomar para mejorar la gingivitis y así evitar que esta se vea agravada por una reducción en los hábitos higiénicos.
Es igualmente fundamental hacer de su conocimiento los posibles cambios en hábitos dietéticos y el papel que estos pueden jugar en la aparición de nuevas caries o en la progresión de las existentes e instruirle en cuanto a las medidas que pueden permitirle evitar esta situación.
Por otra parte, la madre tiene que conocer que, si consigue una situación de niveles bajos de bacterias cariogénicas en su boca, eso implicará un menor riesgo de caries en su hijo.
RECOMENDACIONES DURANTE EL PRIMER TRIMESTRE:
- Educar a las pacientes sobre los cambios maternales orales que ocurren durante el embarazo.
- Instruir en higiene bucal estricta y buen control de la placa bacteriana.
- Limitar el tratamiento dental a una profilaxis periodontal.
- Tratamientos de urgencia solamente.
- Evitar radiografías rutinarias, que deben ser usadas con criterio selectivo y únicamente cuando sean estrictamente necesarias. Siempre con estructuras de protección desde la glándula tiroides hasta la parte superior de la rodilla.
RECOMENDACIONES DURANTE EL PRIMER TRIMESTRE:
- Educar a las pacientes sobre los cambios maternales orales que ocurren durante el embarazo.
- Instruir en higiene bucal estricta y buen control de la placa bacteriana.
- Limitar el tratamiento dental a una profilaxis periodontal.
- Tratamientos de urgencia solamente.
- Evitar radiografías rutinarias, que deben ser usadas con criterio selectivo y únicamente cuando sean estrictamente necesarias. Siempre con estructuras de protección desde la glándula tiroides hasta la parte superior de la rodilla.
RECOMENDACIONES DURANTE EL SEGUNDO TRIMESTRE:
- Medidas preventivas: higiene bucal, instrucciones y control de placa.
- Raspado y alisado radicular si fuera necesario.
- Tratamiento de patologías orales activas, si las hubiera.
- Evitar radiografías rutinarias.
RECOMENDACIONES DURANTE EL TERCER TRIMESTRE:
- Higiene bucal, instrucciones y control de placa.
- Raspado y alisado radicular si fuera necesario.
- Eludir tratamientos dentales durante la segunda mitad del tercer trimestre.
- Evitar radiografías rutinarias.
CUIDADOS A LA PACIENTE EMBARAZADA Y SU CORRECTA POSICIÓN EN EL SILLÓN DENTAL:
Consejo general: reducir en medida de lo posible la sesión dental, es decir, que los procedimientos sean de 25 a 40 minutos idealmente.
Durante el primer trimestre (1-12 semanas): No se recomienda llevar a cabo procedimientos dentales en este periodo. Primero, el niño tiene mayor riesgo de teratogénesis durante la organogénesis; y segundo, durante el primer trimestre, se sabe que uno de cada cinco embarazos son abortos espontáneos. Si los procedimientos dentales se realizan cerca de uno pueden ser asumidos como la causa y generar preocupaciones tanto para la paciente como para el médico, en cuanto a si esto podría haber sido evitado.
Para el segundo trimestre (13-24 semanas): La organogénesis ya se ha completado y el riesgo para el feto es menor. La madre también ha tenido tiempo para adaptarse a su embarazo y el feto no ha crecido aún a un gran tamaño que haga difícil para la madre permanecer sentada durante periodos largos.
Como el útero y la placenta se agrandan con el crecimiento del feto, este descansa directamente sobre la vena cava inferior, los vasos femorales y la aorta. Si la madre se sienta en posición supina (sobre la espalda) para los procedimientos, el peso del útero gravídico podría hacer bastante presión para impedir un flujo de sangre por estos vasos principales y causar una situación que se denomina “hipotensión supina”, de este modo, la presión arterial cae secundariamente al flujo de sangre obstruido, pudiendo causar un síncope. La hipotensión supina se puede evitar fácilmente al girar a la paciente sobre su lado izquierdo y elevar el cabezal del sillón, y evitar así la compresión de los vasos sanguíneos principales.
Dentro del tercer trimestre (25-40 semanas): El crecimiento fetal progresa y la preocupación es el riesgo de parto prematuro, la seguridad y la comodidad de la embarazada (por ejemplo, la posición ergonómica en el sillón dental y evitar fármacos que aumenten el tiempo de sangrado).
La posición de las embarazadas en el sillón dental es importante, sobre todo durante el tercer trimestre, variando la angulación del respaldo-asiento de 165º en primer trimestre a 150º en el segundo y 135º
PRIMER TRIMESTRE
SEGUNDO TRIMESTRE
TERCER TRIMESTRE
Figura 1. Sillón a 165° aproximadamente.
Figura 2. Sillón a 150° aproximadamente.
Figura 3. Posición semisentada/sillón a 135° aproximadamente.