PRIMEROS AÑOS Y SU ACERCAMIENTO A LA ODONTOLOGÍA
Raúl Dueñas, originario de Puerto Vallarta, Jalisco, nació el 23 de agosto de 1962. Relata que tuvo una infancia tranquila y convive sanamente con sus padres y sus ocho hermanos. Durante la formación académica a nivel secundaria, cuando cursó el taller de carpintería, la atención al detalle y el constante desarrollo de instrumentos funcionales mientras daba forma con herramientas y vida a las piezas de madera, en sus palabras, lo considera sus “inicios en la cirugía”.
Posteriormente, entró a la preparatoria pero su despunte a una carrera universitaria debería ser en la ciudad de Guadalajara, ya que su hermano estudiaba Químico Farmacobiólogo en la ciudad. Recuerda con nostalgia su impresión al ver el movimiento citadino, y pese al cansancio de caminar una larga distancia al edificio de la Universidad de Guadalajara, no desistió en su objetivo de ingresar a la licenciatura, donde eligió Odontología por la practicidad de tiempo en contra de los largos años que representaba los estudios de Médico Cirujano.
La carrera le produjo ciertas satisfacciones, sin embargo, en su interior había una idea que no lo dejaría tranquilo si se desarrollaba solo en el campo de la Estomatología. Por tanto, buscó complementar sus estudios con algo que implicara más a fondo la práctica quirúrgica.
CIRUGÍA MAXILOFACIAL, EL PASO DE UN DESEO A UN RETO Y A UNA SATISFACCIÓN PROFESIONAL
Es curioso cómo ciertas circunstancias o momentos en la vida se vuelven emblemáticos en la mente de una persona, mediante señales que determinan la toma de decisiones para los siguientes pasos de la carrera profesional. Rememora con cariño al Dr. Chavira Gil, quien en el pregrado le dio las bases de la disciplina en maxilofacial, que al ver el interés de Raúl lo invitaba a cirugías en el Centro Médico Siglo XXI en el área de Pediatría (principalmente labio hendido). Además, durante el servicio social en la facultad, el Dr. Dueñas observó la indumentaria del equipo médico y odontológico que entraría a quirófano, eso lo sorprendió gratamente, así comprendió que debía hacer la especialidad en ese campo.
Una vez terminada la especialidad en la Escuela de Graduados de la Universidad de Guadalajara en cirugía oral, y aún con la inquietud de cirugía maxilofacial, comienza su cruzada por encontrar escuela para estudiar lo que le apasionaba realmente.
Si bien la vida le tenía preparados retos los cuales no fueron solo académicos, vinieron cambios trascendentales en su vida: en 1986 fallece su mamá, al tiempo en que él había enviado sus documentos para estudiar maxilofacial en Brasil. Como una demostración de apego y amor familiar, decide cambiar su plan y quedarse en Guadalajara.
En 1987 contrae matrimonio con la Dra. Socorro López Velasco, cuya estabilidad y tranquilidad personal le otorgó la plaza en cirugía en el Centro Jalisciense de Atención Integral al Anciano. En 1989, durante unas vacaciones rumbo a Chiapas, decide hacer una pequeña escala en el otrora Distrito Federal; por su inquietud aún persistente en la especialidad de maxilofacial, sabía de una convocatoria en el hospital 20 de Noviembre, con el calendario de fechas para el examen y el propedéutico, regresaron de sus vacaciones y empezó su preparación para dicho trámite sin descuidar sus responsabilidades profesionales. El día del examen pidió permiso al Dr. Rafael Elizondo (traumatólogo director del DIF), quien le concedió la autorización con un poco de desaliento. Tiempo después, ya trabajando juntos en otro hospital, le comentó con asombro y picardía que no pensó que lo lograría por la gran dificultad que representaba esa especialidad.
No obstante, esto no lo desanimó pues en el pasado, por las fechas en que seguía buscando oportunidades en México, un colega, el Dr. Héctor Ochoa, le sugirió ir con el Dr. Fernando Gallo (maxilofacial). Al entrevistarse con él, le dijo muy sinceramente: “Muchachito, eso no es para ti”. Pero más que tomarlo como una decepción decidió afrontarlo como un impulso para superarse, retarse a sí mismo y lograr su sueño académico y profesional.
El día del examen en las oficinas centrales del ISSSTE, con cerca de 50 aspirantes en competencia por solo dos plazas por hospital, consiguió con éxito ingresar al hospital López Mateos en febrero de 1990 con el curso propedéutico (en aquel entonces era un entrenamiento hospitalario) y el 1 de marzo inició la especialidad.
LA ANHELADA ESPECIALIDAD EN MAXILOFACIAL
Cursándola del 1 de marzo de 1990 al 28 de febrero de 1993, sus principales logros fueron ser jefe de residentes del servicio y participar en congresos internacionales en Miami, Argentina, etc. Sintiéndose muy afortunado, comenta con gratitud que, al cursar su especialidad en un momento muy importante para esta en el país, pudo instruirse con profesores de experiencia internacional, colegas que publicaban con el Dr. William Harrison Bell, el padre de la cirugía ortognática, siendo el hospital López Mateos el más avanzado en procedimientos, técnicas, instrumentos y herramientas para las cirugías.
VIDA PROFESIONAL
De regreso en Guadalajara, la U de G le pide otorgar algo a la casa de estudios a modo de retribución por la beca e tregada para la especialidad. Tomando en cuenta que no había ni diez cirujanos maxilofaciales en la ciudad, los retos que enfrentaría como especialista no serían sencillos, pero su pasión y determinación por esta disciplina le permitieron conjuntarlo con el trabajo ofertado por la universidad, que era en el Hospital Civil Nuevo. Junto con el Dr. Bravo Cuellar, director del hospital; el director del área Odontología, el Dr. Muñoz López, y el Dr. Ochoa, se pusieron de acuerdo en brindar a la Escuela de Odontología un espacio para implementar el servicio de maxilofacial, donde el Dr. Raúl Dueñas trabajó desde mayo de 1995 para implementar el programa y servicio, que se mandó a evaluación al Congreso General Universitario y se obtuvo su implementación en 1994 dentro del Hospital Civil Nuevo, siendo el Dr. Raúl jefe de servicio y coordinador de la especialidad (desde 1994 hasta el 2002).
Sin duda, un determinante logro pues fue pionero en esta especialidad y apoyó en la formación de muchos profesionales que pasaron por esa etapa en su vida académica. Esto debido a la organización de congresos internacionales, la ampliación de la matrícula de estudiantes y la obtención de instrumental como la compra de motores para osteotomías y equipo, que permitió adaptar en calidad de primer nivel a toda el área de maxilofacial. Asimismo, el poder participar en congresos médicos con ponentes como el Dr. Frank Dorwig (Universidad de Miami), entre otros. Finalmente, se establecieron también rotaciones al Instituto Regional de Cancerología y al hospital López Mateos en la Ciudad de México, lo que consolidó las bases para la rotación de los residentes en otras disciplinas.
Su principal satisfacción es haber creado el servicio, así como la necesidad en los pacientes, entendido esto como crear conciencia en las personas a tratarse, pues la patología y las condiciones a mejorar sí existían, pero el paciente no buscaba cómo mejorarse, lo cual es una satisfacción intangible pero de gran peso para el Dr. Dueñas.
Además, el poder presumir la formación de alumnos certificados por parte del consejo, donde su participación no se limitó a la preparación de estos, sino que él mismo se certificó al terminar la especialidad en 1993 y al día de hoy ha obtenido seis recertificaciones, lo cual nos habla que el desarrollo de un cirujano maxilofacial comprometido con su profesión debe ser constante.
CONSEJO A LAS FUTURAS GENERACIONES
A los cirujanos maxilofaciales en formación, les aconseja tener metas claras, compromiso y disciplina con ellos mismos, con el estudio y con los pacientes. No se trata de obtener la beca, sino de un aprendizaje de por vida. Dar prioridad a tener calidad humana para reconocer que lo más importante es la vida del paciente y que ellos son instrumentos para ayudar a la mejora de esa calidad de vida añorada.
A los estudiantes de pregrado, los invita primeramente a establecer la afinidad a la cirugía, tomar en cuenta lo largo del camino, el cual requiere compromisos especiales y dejar un poco de lado el romanticismo del hospital y la cirugía. Definir esa comunión es confirmarlo a través de cómo se disfruta lo que se hace pese a las desveladas y malpasadas, y hacer las cosas con pasión más que por el ingreso económico, al igual que la convicción sea el gusto por esa actividad y hacer lo correcto.
LA PREPARACIÓN SIGUE Y SIGUE...
En Guadalajara, de la mano de colegas, fundó la Asociación Jalisciense de Cirugía Maxilofacial, lo cual le permitió alcanzar uno de sus sueños: dirigir al gremio de esta especialidad y presidir en el Colegio Mexicano de Cirujanos Maxilofaciales (2011-2013).
RESPONSABILIDAD SOCIAL
La calidad humana es algo que nunca ha dejado de lado la personalidad del Dr. Dueñas González, quien ha ofrecido su talento y servicio a distintas asociaciones civiles en pro de la mejora de pacientes con patologías que requieren una corrección por medio de cirugías.
LOGROS PROFESIONALES ACTUALES
– Participar activamente en la Asociación Treacher Collins México.
– Ofrecer atención quirúrgica a pacientes en comunidades alejadas.
– Ser coordinador de la especialidad de prótesis maxilofacial en la Universidad de Guadalajara.
– En 2017 diseña una placa para la reducción de prognatismo, que se fija de forma intraoral la cual se encuentra en proceso de patente.
– Ha sido escritor de múltiples artículos y participado en el desarrollo de capítulos de libros de texto.
SU FAMILIA Y QUÉ VIENE PARA EL FUTURO
De la mano de su esposa, la Dra. Socorro, formó una sólida familia con su hijo como fisioterapeuta y su hija como licenciada en administración de empresas y turismo.
Junto con su esposa desarrollan el Centro Ortoquirúrgico Integral, donde ella es la directora. Descrita por el Dr. Dueñas como su brazo fuerte y un ejemplo de ser humano por su calidad moral y maravillosa aportación al servicio; además, por su gran formación académica y profesional pues cuenta con dos especialidades tanto en endodoncia como ortodoncia, así como su maestría y estar a meses de terminar la licenciatura en Psicología, lo que complementa muy bien el equipo de trabajo que tienen en la clínica, con ello han logrado ofrecer una atención integral a sus pacientes.
Como su hobby es la pesca deportiva, no pretende desprenderse de esta actividad que le apasiona, tanto así que en este deporte ha logrado con su equipo reconocimientos como el 2do. y 4to. lugar en torneos en Barra de Navidad, Jalisco.
En un futuro, después de cumplir con su jubilación en la universidad y en el hospital, planea escribir y publicar un libro sobre cirugía oral y maxilofacial.